Ciberseguridad: Tres pasos para hacer seguras las ciudades inteligentes

En marzo, Austin (Texas) recibe uno de los más importantes eventos de innovación del mundo, el SXSW, un lugar donde las personas discuten sobre nuevas tecnologías que transformarán sus vidas en los próximos años. Entre los debates, lo que ha ganado relevancia es el futuro de las ciudades y de la movilidad urbana, que afectan la forma como las personas conviven.

Sí, la creación de ciudades inteligentes es un tema que despierta cada vez más el interés de gobiernos y ciudadanos. Según un informe de las Naciones Unidas (ONU), publicado en 2018, se estima que las ciudades concentrarán el 68% de la población mundial en 2050. Por lo tanto, es esencial pensar en proyectos innovadores para proporcionar calidad de vida y evitar problemas sociales y económicos.

Actualmente, ya vislumbramos un futuro con taxis voladores, camiones de basura inteligentes, tránsito controlado en tiempo real por inteligencia artificial, además, por supuesto, de los autos autónomos, que deben dejar el transporte terrestre más fluido y seguro.

No podemos negar que la Internet de las Cosas (IoT) y la interconexión de objetos con Internet, han revolucionado el concepto del entorno urbano. Sin embargo, debemos recordar que la seguridad cibernética es un factor crucial para asegurar la eficacia de los nuevos modelos, evitando accidentes por fallas de codificación o por la acción de hackers, amenazas que están fuertemente vinculadas a otra tendencia: el fin de la privacidad.

En las ciudades inteligentes, cámaras, micrófonos y otros sensores están constantemente recogiendo datos abundantes y completos sobre los estados físicos, fisiológicos, mentales, económicos, culturales, de localización, de comunicación y sociales. Por lo tanto, existe una preocupación legítima del público con las implicaciones de privacidad de la información recogida y de su uso.

Un estudio reciente de Unisys Corporation muestra que los ciudadanos de todo el mundo no apoyan plenamente la idea de que los organismos policiales puedan utilizar dispositivos para determinar su ubicación. Las personas quieren la garantía de que sus datos serán recogidos de forma ética y transparente, utilizados para un propósito específico y protegidos contra uso accidental o no autorizado.

Esta demanda ha generado un movimiento mundial a favor del cumplimiento de normas y protección de la información. En Europa, el GDPR, en funciones desde mayo del 2018, fortalece la protección de los datos personales para los ciudadanos de la Unión Europea en todo el mundo. En China, el acto de seguridad cibernética de 2017, definió medidas y ha aplicado multas por violaciones a la protección de información. En Estados Unidos, la Corte Suprema determinó que el derecho fundamental a la privacidad está garantizado por la Constitución. Y, en Brasil, la Ley General de Protección de Datos (LGPD) ya ha ascendido la luz amarilla para que las empresas y gobiernos mantengan seguros los datos de los consumidores.

Con esto en mente, debemos destacar que las prácticas sólidas de seguridad cibernética son fundamentales para garantizar la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de servicios e información de las ciudades inteligentes. También es importante entender que los riesgos y las consecuencias de posibles eventos de ciberseguridad en una ciudad son diferentes de los observados en las empresas. Por lo tanto, las estrategias deben estar alineadas a las necesidades de cada lugar.

Para ayudar a implementar estos principios, se recomiendan tres acciones específicas, citadas en el guía de ciudades seguras del EastWest Institute, para garantizar la privacidad y protección de los datos de las personas y empresas en las ciudades inteligentes:

1. Definir el reglamento de privacidad y protección de los datos: es importante desarrollar un conjunto de normas y obligaciones, incluyendo los enfoques de privacidad en la creación de plataformas digitales. Este enfoque hace la privacidad una noción proactiva y crea confianza entre los usuarios y los gobiernos. El reglamento también debe incluir mecanismos de acceso a los datos para la aplicación de la ley.
2. Mejorar la transparencia y nombrar un director de privacidad: informes públicos sobre el estado de la privacidad y protección de la información en la ciudad, garantizan la transparencia y el control público. En los grandes centros urbanos, un director de seguridad puede actuar como un «ombudsman», que asume un papel de vigilante, validando la conformidad de las prácticas con la ley.
3. Exigir acuerdos de gobernanza de datos con terceros: para datos críticos que son procesados por terceros (otras agencias de gobierno o privadas), un acuerdo de gobernanza debe especificar qué información se cubre, quién la posee y en qué condiciones se puede utilizar. El documento describe las funciones y las responsabilidades de procesamiento y asegura la adherencia al reglamento de privacidad y protección de la información del municipio.

Además de estos pasos, es importante recordar que la seguridad cibernética no se detiene en los límites de la ciudad. Es necesario compartir información sobre amenazas y soluciones con otros municipios, entidades regionales y comunidades especializadas para aumentar la resiliencia y mejorar la capacidad general de seguridad.

Estas medidas son esenciales al considerar un futuro conectado con soluciones que optimicen las relaciones entre gobiernos, empresas y ciudadanos. Teniendo en cuenta estos pasos, las ciudades tendrán los problemas de seguridad bajo control antes de experimentar la primera carrera en coches voladores.

Fuente: https://www.decideo.com/Tres-pasos-para-hacer-seguras-las-ciudades-inteligentes_a2292.html

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