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Hay dos cambios tributarios que fueron clave en las campañas presidenciales en América Latina y en los que los mercados tienen sus ojos puestos. Se trata de las transformaciones que preparan los gobiernos de Colombia y Chile, que contemplan una nueva reforma tributaria (o ley de financiamiento), y que tienen en su eje la aplicación o mejora de la factura electrónica, según han dicho los presidentes Iván Duque y Sebastián Piñera.
En medio de esta coyuntura, un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (Ciat), reveló que Argentina y México son los que mejor han adoptado dicha herramienta al alcanzar una cobertura de 100% entre los contribuyentes del IVA.
Chile, que quiere copiar el éxito que tuvo en la factura electrónica en lo que ellos denominan boleta electrónica, fue uno de los primeros países en aprovechar este sistema, pues lo aplica desde 2003 en un proceso voluntaria hasta el año 2014, cuando se estableció la obligatoriedad de la emisión de Documentos Tributarios Electrónicos (DTE) para todos los contribuyentes. La cobertura de esta herramienta llega a 80% entre quienes pagan el IVA (ver gráfico), mientras que la evasión de este tributo en 2017 se redujo más de US$1.700 millones.
Por su parte, México y Argentina formalizaron la inclusión de la facturación electrónica en 2004 y 2006, respectivamente. En el primer caso, el presidente de Facture S.A.S., Pedro Otoya, destacó que una de las claves del éxito del modelo mexicano fue, precisamente, “fijar la obligatoriedad total antes que los demás”.
En Argentina, el modelo entró en vigencia en abril de 2006 con carácter opcional para la población, pero adquirió obligatoriedad un año después. Según las cifras del informe, en el caso argentino, la recaudación del IVA como porcentaje del PIB, gracias a este sistema, creció de 6,4% a 7,4%, mientras que en México el ascenso fue de 3,4% a 3,9%.
Para el director de asistencia técnica y TIC del Ciat, Raúl Zambrano, la implementación de un sistema de facturación electrónica de carácter generalizado “supone ventajas importantes para los contribuyentes en la disminución del costo de cumplimiento y en la posibilidad de mejorar su eficiencia gracias a la reducción de costos”.
Colombia quiere entrar al grupo
En el informe del BID y del Ciat se destaca la voluntad de Colombia en materia de implementar proyectos relacionados con la facturación electrónica, sobre todo con base a factores como los Proveedores Autorizados de Certificación (PAC) que se utilizan en México o el estándar UBL como base de su formato nacional, tal como lo ha hecho Perú. Esto de la mano de la intención del presidente Iván Duque de impulsar esta modalidad y extenderla a todas las transacciones que se realicen en el país con el fin de “ahorrar costos y generar trazabilidad”.
